Nos cuenta uno de los pioneros de las bases estratégicas en el ajedrez, Aaron Nimzowitch en su reconocida obra "Mi sistema":
" Es un fenómeno común que el aficionado conduzca con bastante habilidad el medio juego y que fracase lamentablemente en el final. Esta discordancia que anotamos no deja muy bien parada la pedagogía antigua del ajedrez, porque la conducción pareja del juego es uno de los requisitos esenciales del buen ajedrez. Este mal (porque no es otra cosa) se debe a que la naturaleza de los hechos hace que el estudioso adquiera primeramente conocimientos de la apertura y medio juego.
Hay que enseñar al aprendiz que los platos del final no son los pobres restos de la abundante comida que se dispuso en el medio juego. El final es también una parte de la partida en el cual cristalizan las ventajas sistemáticamente cimentadas en el medio juego, pero hay que advertir que si estas ventajas son de índole material su obtención no constituyó una "ocupación secundaria". Muy por el contrario, la obtención de ventajas exige un verdadero artista.
Para llegar a justipreciar un final y saber lo que en él ha de pasar, es necesario estudiarlo en base a sus elementos."
Irrefutables son las palabras del Gran Maestro Nimzowitch, excelente autor y pedagogo, que contesta a lo que la mayoría de los jugadores reclaman cuando comenten un error, culpan a todo, excepto a su deficiencia técnica, y la clara necesidad de estudiar correctamente para ser mejor jugador SOBRE EL TABLERO. Invito a leer esta excelente obra, requisito según muchos autores de moda: Dvoretsky,Watson y citada por muchos mas.
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